Una nueva especie

Ante la sequía que asola el blog, y ya que tengo algunos días de "descanso" antes de los dos últimos exámenes, os comentaré algo que vengo notando desde hace un tiempo hasta ahora.

Con la ley antibotellón vigente desde hace un par de años, me da la sensación de que la cantidad de canis y demás personajillos ha decaido en bastante número. Antes los veias siempre que salías por la noche y la verdad es que cuesta más verlos últimamente. Razón aparte de que los consideremos perros o hijos de su santa madre como reza la encuesta de la derecha, se habían convertido en una fauna difícil de soportar, de entender y de sentir apego por ella.

¿Donde se han metido?¿Quien manga ahora a los niños a la salida del colegio?

¿En qué se han convertido? La verdad es que ya no son lo que eran.

Ayer, mientras esperaba a Javi Quesada y a Lewis para guiarles hasta el restaurante donde se celebró un cumpleaños, estaba tan tranquilo en el bar "Marbella", junto a la facultad de Nito, donde vi acercarse a lo lejos a dos alimañas. Alimañas para las que para antaño éramos sus presas se acercaban en pareja (con la música de El Hombre y la Tierra). Pero su táctica de ataque era diferente. El simple hecho de que fueran en pareja no era para realizar un ataque de cercamiento por ambos costados, de hecho, su intención no era la de atacarme... simplemente iban en pareja por gusto. El macho "uno" rodeaba con su brazo por la espalda al macho "dos" y viceversa... la especie cani ha "evolucionado" a algo aún más esperpéntico. Si hace unos años hubieran asistido a tal escena sus colegas de barrio y especie habrían calificado esa escena de vergonzosa.

Pero hoy ya no. Es un nuevo amanecer para la especie cani, un nuevo hito en la historia.

Y sumido yo en estos pensamientos los vi alejarse en el horizonte mientras el macho "dos" deslizaba su mano por el macho "uno" hasta donde la espalda pierde su casto nombre.